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04/12/2024 | 1:00 PM

Observación de aves en primavera: frailecillos en Islandia

Puede que en otras partes del mundo la llegada de la primavera esté marcada por la salida de las hojas y la floración de los bulbos, pero en Islandia el heraldo de esta estación es el chorlito dorado (la lóa en islandés, que aparece en la fotografía de abajo), un ave con un precioso plumaje moteado y un canto inconfundible. 

Lóan er komin! (¡La lóa ha llegado!) es una conocida canción tradicional y el titular de los artículos de prensa que informan del primer avistamiento de la temporada. Esta esperada ave migratoria suele llegar en la segunda mitad de marzo. 

The lóa, or golden plover, the Icelandic symbol of spring

Las especies de ave de Islandia

Islandia es un destino estival de cría para miles de aves y los islandeses prestan especial atención a la llegada de estos visitantes, ya que señala el comienzo de la primavera y, por tanto, días más largos y tiempo más cálido. 

Pero no solo los islandeses dan la bienvenida a estos invitados de paso: los turistas también acuden en bandadas (¡y perdón por el chiste malo!) a cualquier lugar donde puedan observar a los frailecillos. Este pájaro, con su colorido pico, es sin duda el favorito de todo el mundo, pero apoyando la actuación de este protagonista hay todo un elenco de estrellas invitadas por todo el país. Consulte el mapa que aparece más abajo para ver cuáles son los lugares más frecuentados por los amantes de las aves y siga leyendo para conocer algunos de los mejores y más sorprendentes puestos de observación. 

Close-up of puffin with fish in beak

La mejor época para ver frailecillos en Islandia

Los frailecillos pasan el invierno en el mar y vienen a Islandia para pasar la primavera y el verano en su lugar de cría preferido: los empinados acantilados rocosos al borde del océano.

Dato curioso: los frailecillos vuelven siempre a los mismos lugares de cría y son monógamos, por lo que tienen sus crías con la misma pareja durante toda su vida.

Normalmente empiezan a llegar a principios de abril y se quedan hasta principios de septiembre, así que la mejor época para asegurarse de verlos en gran número es entre mayo y mediados de agosto. En 2024, los primeros frailecillos se avistaron en Grímsey el 10 de abril. El mejor lugar para observarlos es en sus zonas de reproducción a primera hora de la mañana o última hora de la tarde, ya que suelen pasar el día en el mar.

Los mejores lugares para observar aves en Islandia

¿Le apasionan las aves? ¡No se hable más! Este mapa solo muestra una mínima parte de los innumerables lugares de toda Islandia, desde pequeños islotes y empinados acantilados marinos hasta lagos, estanques y lagunas, que sirven de hogar a los numerosos visitantes que ocupan los primeros puestos de las listas de avistamiento de los aficionados a las aves.

Icelandair conecta Reikiavik con destinos nacionales cercanos a algunos de los mejores puntos de observación de frailecillos y aves en general:

  • Akureyri , en el norte de Islandia, es la puerta de entrada a importantes zonas de observación de aves como Hrísey, Grímsey y Mývatn.
  • Egilsstaðir, en el este de Islandia, sirve como punto de acceso a Borgarfjörður Eystri, una joya aislada donde abundan los frailecillos.
  • Ísafjörður, en los fiordos occidentales, es el punto de conexión con la isla de Vigur y los majestuosos acantilados llenos de aves de Látrabjarg.

Nuestros lugares favoritos para observar las aves en Islandia

Embarcarse en una aventura para observar aves en Islandia no solo le permite disfrutar de los cantos de las innumerables especies que habitan en la isla, sino que también es una oportunidad para contemplar los majestuosos paisajes de este país. Algunos de nuestros puntos de observación favoritos son:

Reikiavik A las aves también les gusta la vida en la ciudad, o por lo menos eso parecen indicar el estanque Tjörnin y los humedales de Vatnsmýri, así que se no deje engañar por este entorno urbano. Desde charranes árticos hasta porrones bastardos pasando por cisnes cantores, puede llegar a ver toda una variedad de criaturas aladas que estamos seguros de que le dejarán una huella imborrable en su corazón. Lo malo es que no hay frailecillos. Sin embargo, desde Reikiavik operan tours en barco que ofrecen cruceros para la observación de estas aves en las cercanas islas de Akurey y Lundey. 

Observación de aves en el oeste de Islandia y los fiordos occidentales

Arnarstapi Los arcos de piedra y los nidos de las aves marinas crean un ambiente único en este hermoso y pintoresco entorno ubicado en el lado sur de la península de Snæfellsnes. Este paisaje único sirve como etapa y santuario para las aves marinas que anidan en él, como la gaviota rissa, el charrán ártico y el fulmar.

Látrabjarg Para llegar a Látrabjarg deberá aventurarse por los escarpados confines del punto más occidental de Islandia. Aquí se encuentra uno de los acantilados de aves más grandiosos de Europa, un incomparable paraíso para los frailecillos que ofrece un espectáculo impresionante.

Vigur Numerosos éideres y frailecillos visitan esta isla de impresionantes vistas, a la que puede llegarse en barco desde Ísafjörður. A medida que el barco se vaya acercando a la orilla, podrá ver como se despliega ante sus ojos un vívido espectáculo ornitológico. 

Observación de aves en el norte de Islandia

Drangey La subida hasta la cima de este islote norteño ubicado en Skagafjörður es toda una aventura en sí y la observación de las aves (frailecillos, araos, alcatraces, gaviotas rissa, fulmares y pardelas) es tan apasionante como las vistas del fiordo. 

Hrísey Esta pequeña isla de poca altura tiene unas impresionantes vistas del Eyjafjörður y las montañas que lo rodean, además de grandes colonias de charranes árticos y perdices nivales (pero no frailecillos).

Grímsey En el extremo norte de Islandia, esta isla ofrece abundantes aves (especialmente frailecillos) además del cruce del círculo polar ártico. 

Langanes Haciendo honor a su forma de pato, esta península alberga una rica comunidad de aves y cuenta con una plataforma de observación sobre una gran colonia de alcatraces en Skoruvíkurbjarg. 

Mývatn El nombre de este lago se debe en realidad a la abundancia de insectos ( significa mosquilla) y es un imán para los patos y otras aves acuáticas. Atención: ¡no hay frailecillos!

Observación de aves en el este de Islandia

Borgarfjörður eystri Observe de cerca una enorme comunidad de frailecillos en este impresionante y aislado paraje de los fiordos orientales. 

Djúpivogur Un conocido lugar surcado de senderos que atraviesan humedales costeros llenos de patos y aves limícolas (pero no frailecillos). 

Observación de aves en la costa sur de Islandia

Ingólfshöfði Haga una excursión en tractor a un promontorio que cuenta con una gran población de aves (incluyendo los frailecillos y los intimidantes págalos grandes, famosos por su forma de zambullirse en picado), unas impresionantes vistas panorámicas y una historia única. 

Dyrhólaey Este pintoresco promontorio es una zona de anidamiento de frailecillos y aves marinas con vistas panorámicas. Su nombre significa «isla de la colina de la puerta».

Reynisfjara Esta famosa playa de arenas negras cerca de Vík cuenta con múltiples atractivos, especialmente cuando los frailecillos anidan en las alturas.

Vestmannaeyjar Estas islas del sur, a las que se llega en ferry, están llenas de historias y colonias de frailecillos.

Observación de frailecillos en Islandia

Los frailecillos son una parte importante del atractivo ornitológico de Islandia. Ninguna visita a Islandia para observar las aves está completa si no se ven estas excepcionales criaturas.

Large-Vestmannaeyjar-Puffin-BenjaminHardman.jpg

Observación de frailecillos en el sur de Islandia

Ubicación: Ingólfshöfði

En la región sureste de Islandia, donde todo lo que parece llamar la atención son los glaciales (y las visitas a los glaciales), el encanto del tour a Ingólfshöfði para ver los frailecillos durante el verano resulta muy reconfortante. No muy lejos de los tesoros que alberga el parque nacional de Skaftafell, los visitantes se suben a un remolque para el heno tirado por un tractor para disfrutar de una rústica excursión a la reserva natural de Ingólfshöfði, un promontorio de 76 metros donde anidan los págalos y en cuyos acantilados habitan los frailecillos. 

Después de un recorrido de 6 km lleno de baches a través de las marismas, los propietarios de la finca (que llevan viviendo en la zona durante generaciones) llevan a los visitantes por un empinado sendero arenoso hasta un punto elevado desde donde se contempla la majestuosidad del glaciar Vatnajökull en todo su esplendor (eso sí, siempre que el día esté despejado). El tour empieza con una breve lección de historia: aquí fue donde Ingólfur Arnarson, el primer colono islandés, pasó el primer invierno en el año 874 d. C. Luego se dejan 90 minutos para pasear tranquilamente por la cima plana del promontorio disfrutando de las vistas, viendo las ovejas que parecen estar fuera de lugar, esquivando a los págalos que protegen su territorio y fotografiando las colonias de frailecillos. 

Los tours a Ingólfshöfði se realizan desde mediados de mayo hasta mediados de agosto (que es cuando se van los frailecillos) y es necesario hacer una reserva previa. Hay que tener en cuenta que los visitantes están muy expuestos a los elementos en esta excursión, así que no olvide llevar ropa adecuada.

A tractor parked on a wet black sand beach on route to IngolfshofdiExcursión en tractor a Ingólfshöfði. Fotografía de Einar Rúnar Sigurðsson

Observación de frailecillos en el este de Islandia

Ubicación: Borgarfjörður Eystri 

Me cuesta trabajo conciliar el sueño cuando hago mi visita periódica de verano a Borgarfjörður Eystri. Normalmente, llego en medio de un éxtasis inducido por el esplendor del paisaje después de conducir los 70 km de carretera que la separan de Egilsstaðir y no me puedo dormir. En mis últimos viajes, me he acostumbrado a hacer una visita después de medianoche a Hafnarhólmi, a 5 km del pueblo, donde puedo sentarme sola en las plataformas de observación entre una multitud de aves, escuchando el trino de los frailecillos y el chirrido de las gaviotas mientras admiro el cielo rosa de verano, que no llegará a oscurecerse del todo en varias semanas. 

Hafnarhólmi es una pequeña colina llena de aves junto a un pintoresco puerto deportivo. Una escalera de madera sube por la ladera y permite llegar a una serie de plataformas desde las que se puede observar la actividad de los frailecillos desde una cercanía poco común; también hay un pequeño escondite para ver las aves. Los escarpados acantilados de la colina no son solo un parque de diversiones para los frailecillos de abril a mediados de agosto: miles de gaviotas rissa, fulmares y éideres también anidan aquí todos los veranos.

a puffin with a fish in its mouth pictured here in Iceland, sitting in bright green grassFotografía de Einar Rúnar Sigurðsson

Observación de frailecillos en el norte de Islandia

Ubicación: Drangey 

No es nada fácil combinar un tour en barco y una caminata que te haga descargar adrenalina con una jornada de observación de aves y unas magníficas historias, pero una visita en época estival a Drangey, un rocoso islote volcánico en Skagafjörður, en el norte de Islandia, lo consigue con creces. 

De un minúsculo muelle al norte de Sauðárkrókur sale por las mañanas un barco que nos lleva a una de las aventuras menos conocidas, pero aún así más divertidas, de Islandia. Después de un viaje de 20 minutos a través de las aguas del fiordo, la embarcación llega a un pequeño muelle al pie de esta escarpada fortaleza rocosa de 180 metros de altura y empieza la aventura: una sucesión de toscos escalones, escaleras de mano y senderos estrechos nos conducen por el borde del acantilado hasta llegar a su cima cubierta de hierba, donde podemos disfrutar de unas impresionantes vistas panorámicas de 360° y una increíble colonia de aves. Solo sentarse en la hierba para ver los graciosos despegues y aterrizajes de los frailecillos, las alcas y los araos ya es de por sí toda una diversión, pero la relación de la isla con la Saga de Grettis, una historia de forajidos, y cómo cuenta estos relatos el guía Helgi, añaden mucho a la experiencia.

Tenga en cuenta que este tour exige un gran esfuerzo físico y no es apto para niños pequeños o personas con problemas de movilidad o miedo a las alturas. Aunque puede ir a su propio ritmo, también lo hace bajo su propia responsabilidad. La euforia que produce la subida solo es igualada por la de las vistas.

A rocky islet in Iceland called Drangey, pictured here on a bright summers dayEl islote rocoso de Drangey. Fotografía de by Kári Heiðar Árnason

Reserve su aventura para la observación de aves en Islandia

Si hace un vuelo transatlántico entre Norteamérica y Europa con Icelandair, tiene la posibilidad de añadir una escala en Islandia sin incrementar el precio del billete.

Aproveche al máximo su estancia en Islandia con un tour para observar frailecillos u obtenga más información acerca de nuestros tours de un día, la aventura perfecta para quienes no dispongan de mucho tiempo.

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Texto de Carolyn Bain
Fotografía del banner de Einar Rúnar Sigurðsson