Vuelos a Zúrich con aroma a Islandia

El precioso Altstadt (casco antiguo) de Zúrich alberga el juzgado en el extremo norte del lago Zúrich, a ambos lados del río Limmat. Los barrios viejos evocan el recuerdo de épocas pasadas, con callejuelas serpenteantes adoquinadas, ayuntamientos antiguos y campanarios de iglesias. Haga una parada en Fraumünster, un lugar de referencia en el que lo viejo converge con lo nuevo: la antigua iglesia cuenta con impresionantes vidrieras del siglo XX del artista Marc Chagall.

Hay varios museos excelentes que visitar, como el esencial Kunsthaus Zürich, repleto de obras de arte. Pero si el tiempo acompaña, no hay mejor lugar que la calle. Haga un recorrido en barco por el lago o busque un bañador para ir a nadar (y observar a los demás). Coja el tren hasta Uetliberg, el punto más alto de la ciudad (870 metros), y disfrute de sus estupendas vistas.

Los restaurantes tradicionales y los acogedores bistrós ofrecen comida suiza rica y saludable: carne con patatas y «fondue» o «raclette» de queso. El plato insignia de la ciudad es el «Zürcher Geschnetzeltes», hecho con ternera cortada con una salsa cremosa de vino blanco y champiñones. Dicho esto, es posible que no espere encontrar el restaurante vegetariano más antiguo del mundo en Zúrich. Haus Hiltl lleva sirviendo exquisitos platos sin carne desde el 1898, y actualmente hay más lugares como este en la ciudad

Y, opuesto a la comida considerada sana, está el chocolate. Los visitantes más golosos no cabrán en su gozo. Sprüngli lleva fabricando chocolate desde el 1836 y hay más de una docena de tiendas en toda la ciudad. Entre a la tienda principal con cafetería en Paradeplatz para disfrutar de trufas y macarrones deliciosos.